Los pequeños comerciantes subieron el precio de las fritangas, por ejemplo las marquesitas que hasta el mes de junio aún se vendían en 30 pesos, ahora cuestan alrededor de 40, debido al alza de los insumos para la preparación de estos productos.
La situación económica es cada vez más complicada para los vendedores ambulantes en Cozumel, pues de cuatro puestos de marquesitas y churros que había en las inmediaciones del monumento a Gonzalo Guerrero, en la Avenida Rafael E. Melgar, sólo sobrevive uno.
Las personas que se dedican a la venta de marquesitas y churros requieren adquirir gas LP, harina, azúcar, queso de bola y chocolate para la elaboración de sus productos, cuyos precios también se han disparado.
Según un vendedor, el precio del queso de bola se vende en más de 300 pesos, cuando anteriormente lo adquirían en 230 o 250 pesos y la harina que antes conseguían a 450 pesos llegó a valer 900 pesos.
Una consumidora, quien paseaba por el malecón de Cozumel, señaló que a muchas familias les encantan las marquesitas pero ahora es muy complicado comprar para todos en la familia, ya que su precio es más considerable aún.
Los comerciantes aseguran que aguantaron los precios hasta donde pudieron, pero que ya ha sido muy necesario subirlos para obtener alguna ganancia.
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